El fin de la aciaga vida de la Sra. Maupassant
Jaime E. Expósito Atenciano Largas horas de té, pastas y confidencias pasó la señora Maupassant en la casa de los Flaubert, hasta que la noche cuyo techo pone fin al día, se le echó literalmente encima. Largo rato hacía de su partida de tan distinguida casa en dirección a la suya, pero la oscuridad tenía […]