A kiss for all the world

-por J. Paulorena-

a kiss for all the world

El capitalismo es un sistema económico que ofrece muchas oportunidades para la sociedad pero, como en cualquier otro ámbito, el problema no radica en el modelo sino en las personas que lo ponen en práctica.

La Industrialización primero y el capitalismo después han sido generadores de recursos, tanto a nivel básico como tecnológico. Se puede decir que gracias a este sistema el mundo se ha hecho más rico. Y es aquí cuando llegan los problemas porque, que el mundo sea más rico no supone que todo el mundo lo sea, al contrario, la gente ha dejado de ser personas para transformarse en productores-consumidores.

Hay mucha literatura al respecto, utopías y distopías que proponen realidades similares y que plantean la evolución psicosocial de la especie humana ante este entorno en el que vivimos hoy en día. Es decir, preguntarse ¿qué va a pasar mañana?

Pues parece que el mañana ya ha llegado.

Entramos en una crisis económica mundial por los intereses de unos pocos que retratan sus caprichos en La Bolsa, y salimos de esa crisis por la misma razón. Y las personas alcanzamos la cresta de la ola comprando nuevas casas y nuevos coches, nuevos televisores y nuevos ordenadores. Pero al desplomarse todo ese impulso económico nos encontramos pasando hambre, perdiendo las mañanas en las colas del paro y buscándonos la vida para mantener a la familia… y poder comprar el móvil de última generación que cuesta lo mismo que un sueldo pero hay que sacrificarse porque trae una novedosa aplicación que no sirve para una p*** mierda.

Que estemos arriba o abajo no importa, en el fondo sentimos que nos falta algo, nos sabemos insatisfechos.

Llevamos tiempo alimentando nuestra mente de aire.

En estos momentos en que escribo este rollo, nuestros políticos (me importa bien poco el color de su corbata) han tenido que tomar decisiones muy difíciles, como hacer recortes y subir los impuestos. No voy a cuestionar las causas que les han llevado a esa situación, pero sí las decisiones. Creo que la cultura de un país debería ser “sagrada”, es decir, respetada y protegida ante situaciones adversas. No voy a explicar qué es la cultura ni la inteligencia, el pensamiento crítico o el arte, pero sí decir que es parte fundamental de lo que nos hace humanos. Y un político (del griego polis y que más o menos quiere decir servidor de la ciudad) debería considerar que la patria no es el terreno delimitado en el que ha nacido, sino la cultura de un pueblo. Por lo tanto y a mi modo de ver, un político que venda su cultura es un traidor.

Conclusión, vivimos en un sistema económico que se olvida de las personas y tenemos unos políticos a los que considero unos traidores por venderse a intereses ajenos a la población. Calma, tampoco nos llevemos las manos a la cabeza gritando ¡Hecatombe! o ¡Sacrilegio! Esta tendencia a la corrupción es endémica y la podemos encontrar a lo largo de toda la civilización humana, en todos los sistemas políticos y sociales termina revelándose esta pauta. Pero es normal, al fin y al cabo estamos dirigidos por personas y el ser humano es egoísta.

Las crisis son oportunidades, y el ser humano también es generoso. No sólo somos unos cabr****, también podemos realizar grandes gestas, obras hermosas o, simplemente, ser amables y comprensivos con aquellos que nos rodean.

Vemos y escuchamos, sentimos y pensamos. Podemos sacrificarnos por aquellos a los que amamos y somos capaces de hacer pequeñas cosas que cambien otras cosas un poco más importantes, y que a su vez cambien grandes cosas. Si la economía-política es el motor que mueve toda la maquinaria de un país, la gente somos las piezas pequeñas que giran, y que pueden cambiar la revolución o incluso la dirección de sus giros y con ello alterar el rumbo de la gran máquina.

Perdona por esta disertación pero este es un tema que me apasiona, y entiende pasión como emoción elocuente e intensa, no que esté contento o satisfecho sino todo lo contrario. Precisamente es esto lo que nos llevó a varias personas a fundar la editorial EC.O, con una base filosófica sobre la cultura o el modo de interactuar con nuestros colaboradores.

Pero no estoy aquí para hablar de mi libro, como dijo aquel, sino del libro de otros. La verdad, es un placer descubrir proyectos culturales similares y con una fuerte carga de responsabilidad social.

música para leer

El pasado miércoles fuimos invitados a la presentación del libro “Música para leer”, de Íñigo Pirfano. El acto se celebró en el Hotel Abando de Bilbao, y creo que es importante mencionar la labor que está realizando su director Iñigo Mª de la Fuente para fomentar la literatura en el Bocho, sobre todo gracias a que cada semana consigue llenar la recepción o el salón de actos con diversos eventos culturales.

Además de la presentación del libro, también pudimos conocer el proyecto: A kiss for all the world, una gran movilización a través de la música para mostrar a los más desfavorecidos que no están solos.

“Cuando la novena sinfonía de Beethoven fue declarada Patrimonio de la Humanidad, pensé: ¿de qué humanidad? El 90% de la humanidad no sabe quién fue Beethoven”, explica Iñigo Pirfano, director del proyecto. Por ello han conseguido la colaboración de más de 150 personas para completar una gran orquesta que lleve esta música a todo el mundo.

¿Qué quieres que te diga sobre un proyecto que considera la música como el lenguaje universal, un derecho humano e incluso una necesidad básica? Lo mejor que puedo hacer es invitarte a ver su vídeo de presentación y que saques tus propias conclusiones.

Puede que alimentemos nuestra mente de aire pero la música son vibraciones que se transmiten por ese medio, vibraciones que pueden llegar a emocionarnos.

Te confieso que “A kiss for all the world” me ha tocado el alma, se me han puesto los pelos como escarpias y… creo que se me ha metido algo en el ojo.

Aplaudimos la iniciativa. Con aportaciones como esta se consigue transformar la sociedad.