Tacita a Tacita…

por Gontzal Mnez. de Estibariz

Ohiane leyó el relato que Gontzal había publicado para el concurso de ese mes en la web de una editorial sin ánimo de lucro. Absolutamente nadie había votado por el relato así que, más por compasión que otra cosa,  escribió un comentario:

“Me ha gustado mucho tu relato de principio a fin. ¡Ánimo, sigue escribiendo!”

Al ver el comentario Gontzal respondió: “¡Muchas gracias Ohiane! Sí, me estoy animando. Aunque sólo sea un relatito al mes. Tacita a tacita…”

Después de presionar la tecla de enviar se quedó absorto varios minutos mirando sin ver la pantalla del ordenador. Finalmente sacó el cargador, guardo la pequeña Beretta del 25 en su funda y la volvió a depositar en el estante superior del armario, de donde la había sacado minutos antes con intención de usarla por última vez.

Se sentó ante el ordenador, abrió un documento de Word nuevo y comenzó a teclear:

“Ohiane leyó el relato que Gontzal había publicado para el concurso de ese mes en la web de una editorial sin ánimo de lucro.…”