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PRESENTACIÓN «Las guerras del código»

(por J. Paulorena)

Vivir en otro país es interesante, alejado a más de diez horas en avión, con otro idioma y una cultura muy diferente a la propia. Fue en Filipinas donde Juan Manuel Sánchez-Villoldo escribió Las Guerras del Código. Salía de casa con un cuchillo enorme porque allí la gente a veces sale por la noche y ya no regresa. Hay serpientes venenosas, pitones, perros salvajes. Nos cuenta que hace un mes un niño fue devorado por los perros.

En la selva también hay cosas, seres que viven en las sombras de las hojas y en la imaginación humana, pero tan reales que su vecino tuvo que salir de casa armado con un machete para defender a su mujer, cosas que arañan las puertas de las casas, que se llaman con sonidos de pato o que gimotean como niños perdidos, cosas que tienen lenguas de terciopelo para robar los bebés nonatos de las embarazadas. En este entorno se gestó Las Guerras del Código.

Hablamos de personajes, del protagonista atormentado por tener que volarle la cabeza a tu hijo porque se ha convertido en un monstruo, de la esposa internada en un estado de shock del que no sale. La imperfección, la duda, el miedo, el protagonista llevado a la desesperación y la lucha por emerger de la miseria. Los personajes son humanos, no son perfectos, el mundo les impacta y deben sobreponerse como los personajes que estamos aquí, al lado de la realidad y que luchamos contra nuestras miserias cotidianas.

El personaje antagónico, Eva, la metamorfosis entre los coyotes y los seres humanos, la convivencia entre el monstruo y el hombre, el pacto por la supervivencia.

Hablamos de muchas más cosas y en la sala siguen atentos las palabras de Juan Manuel. El micrófono silba de vez en cuando y veo a Isa hacerme señas para que vaya terminando, así que voy reconduciendo las preguntas. Cuando creo que estamos satisfechos con la intervención nos dirigimos al público, hay un par de intervenciones y otras que se quedan en el tintero y no se hacen en voz alta, como la escena del sexo.

Hay firma de libros, Pedro de Andrés y Juanma se conocen al fin cara a cara y no a través de la pantalla, quieren quedar y compartir ideas. Me alegra oírlo. Mari Carmen Azkona, Ricardo Manzanaro y Lorena Raven también le dan la bienvenida. Juanma ha pasado mucho tiempo fuera de Bilbao aunque Internet ha sido un puente, cuando la tormenta no derribaba las antenas, nos dice tomando unas cervezas.

Buena presentación, amena, con anécdotas y encuentros con seres queridos y nuevos amigos.