Paciente 101 en El rincón de Koreander

Hoy queremos agradecer a «El rincón de Koreander» el apoyo que nos ha mostrado esta semana con su intensa reseña.

Aquí os dejamos una pequeña muestra.

Paciente 101

Quizás ‘Paciente 101’ resulta en ocasiones incluso demasiado detallista para la extensión de la obra, ya que podemos llegar a sentirnos abrumados por lo compleja y distinta que resulta esta nueva realidad, y por el hincapié que pone el autor en demostrarnos que por más horrible que pueda parecernos, su modelo social funciona. Al menos, aparentemente.

El escritor bilbaíno quiere hacernos reflexionar sobre la deshumanización de la sociedad, llevada aquí a su extremo a pesar de que los buenos ciudadanos sean considerados, literalmente humanos, y también acerca de las relaciones humanas.

El autor nos habla de una especie obsesionada con expandirse para conservar su lugar en la galaxia, y por lo tanto comprometida en procrear tanto como sea posible y de la forma menos afectiva inimaginable.

Se trata de una propuesta que ciertamente recuerda mucho a ‘Un mundo feliz‘, pero que aquí busca escandalizarnos a través de una abierta poligamia en la que el hombre, mucho más escaso, firma contratos matrimoniales con varias mujeres, que además se someten a procesos genéticos para garantizar mellizos. Lo más cruel de este concepto, y también lo más atractivo, es lo que la novela da en llamar el síndrome de Abraham, la práctica ciudadana de entregar los hijos al Gobierno –con fines más sugeridos que explícitos–, a cambio de mejorar su situación económica y obtener recursos económicos, llamados ‘energia’.

DedicatoriaEl resto tendrá que descubrirlo el lector. La novela de Paulorena presenta algunas ideas realmente interesantes y una trama que no despega del todo hasta que llegamos al ecuador de las cien páginas, pero que se lee con rapidez y satisfacción. La prosa del escritor bilbaíno es muy accesible y efectista. En ocasiones puede resultar demasiado intensa y metafórica, lo que hace peligrar la credibilidad de algunas escenas, ya que Paulorena tiende a forzar ligeramente algunas reacciones y abusa de diálogos cortos y tremebundos. Por contra, tiene una habilidad natural para explicar de forma muy sencilla los aspectos más complejos de la trama y eso favorece que el lector mantenga el hilo durante toda la historia al mismo tiempo que va asimilando nuevas y atrevidas ideas. También juega en su favor la inclusión de decenas de pequeños detalles que dibujan un futuro muy atractivo y cargado de inventiva: desde detalles sin relevancia como las ‘cremalleras magnéticas’ hasta elementos con su importancia para la trama como la futura Internet a la que se accede desde los cinco años mediante implantes en la retina.

Una novela que hay que leer con la mente abierta y que deja su mejor sensación cuando ya ha finalizado la lectura y las ideas planteadas vuelven al lector en forma de dilemas. La pregunta “¿es esto correcto?” es una constante en la obra y su eco se mantiene mucho tiempo después. El talento de Paulorena para horrorizarnos reside, más que nada, en mantener durante más de 200 páginas la ficción de que ese mundo terrible no es real, y de que el ser humano no es capaz de hacer las cosas que hace.

Además, aprovechamos para comunicaros que El Rincón de Koreander ha puesto en marcha un sorteo donde podréis ganar un ejemplar de Paciente 101 firmado por el autor. ¿Queréis saber cómo? Pasaos por su blog para averiguarlo.

Fuente: http://elrincondekoreander.wordpress.com/2013/10/20/resena-y-sorteo-de-paciente-101/