Rosenda

por Inés Espinosa

La pequeña Rosenda quería salir de paseo. Pero no dejaban que nadie la viese, por el miedo que provocaría.
Ella lloró y sé desesperó preguntando a gritos:

—¿ Tan fea soy? ¿Porqué asusto tanto mamá?
Su madre entonces la abrazó, la besó y le dijo:

—No mí amor, tú eres preciosa.Lo que ocurre es que estás… Muerta.