26. Su nombre.

J. Paulorena

—Buenos días.

Ella levantó la vista del libro.

El doctor Halsey estaba de pie, nervioso, dando vueltas al sombrero que tenía en la mano.

—Buenos días —la dama volvió su atención a la lectura.

Su voz era dulce, miel cálida entrando a través de los oídos. Sin embargo, su actitud era distante y no parecía querer prestar atención a un desconocido.

El doctor miró a un lado, la gente paseaba con sus trajes y sombreros, con vestidos largos y sombrillas, ajenos a la escena. Al otro lado, el hijo de la mujer estaba de pie en la hierba y había sacado pecho, tenía un palo en la mano y le miraba directamente con los labios prietos.

—No quiero importunarla…

—Y sin embargo sigue ahí interrumpiendo mi lectura.

El doctor se sonrojó por la franqueza de la dama.

—Me he fijado que es usted lectora —dejó un espacio para que ella lo llenara con alguna aguda respuesta a lo obvio, pero se limitó a cerrar el libro y mirarle a la cara—. También me he fijado que lee en diferentes idiomas.

—Mucho se ha fijado en mí, caballero.

Ya no podía sonrojarse más.

—Permita que me presente. Soy el doctor Halsey, Allen Halsey. Profesor de la Universidad Bradford, instruyo medicina.

—¿Por qué me da su nombre?

—¿Qué?

—Me parece, doctor Halsey, Allen Halsey, que la pregunta está bien construida y es razonablemente sencilla. ¿Qué no ha entendido de ella?

—¿Qué?

La dama levantó la ceja, a punto de volver al libro y dar por terminada la conversación. El doctor estaba desconcertado por el rumbo que estaba tomando aquello. Se sentía un poco idiota, debía espabilar.

—Es una buena costumbre presentarse con tu nombre, así tu interlocutor puede reconocerte. ¿Qué seríamos las personas sin un nombre? Incluso hay muchas tribus dispersas por todo el planeta en las que la gente cambia de nombre según sus vivencias. Supongo que, en cierta manera, el nombre de cada uno define quienes somos.

Se la quedó mirando, ansioso, esperanzado.

—¿Qué quiere de mí, Allen Halsey?

—Sí, bueno… ¿Puedo sentarme?

—Puede.

—De acuerdo, gracias. Sí, a lo que iba. Soy profesor de la Universidad Bradford y estamos buscando a una persona políglota. Me he fijado que usted lee en diferentes idiomas y he pensado que, esto… quizás esté interesada en trabajar para nosotros como traductora. Por supuesto tendría que venir a la Universidad y pasar una entrevista, pero está bien pagado y es un trabajo interesante. Y si su marido se lo permite…

—Nadie tiene que permitirme nada.

El doctor parpadeó. La respuesta podía significar que no tenía marido o bien que era una mujer con un carácter muy fuerte y que no permitía estar supeditada a nadie.

—Entonces, a su marido…

—No hay marido.

—Papá está muerto.

El doctor se giró hacia el chaval, que se había acercado para escuchar. Su mirada ya no era hostil, pero tenía un carácter desafiante como su madre.

—Lo lamento. Perdone las molestias, creo que me he equivocado.

El doctor se puso en pie. Tenía la sensación de que había metido la pata desde el principio, quería marcharse y mañana buscar otra ruta de camino a la Universidad.

—No se ha equivocado.

—¿Qué? —se maldijo por volver a hacer la misma estúpida pregunta.

Ella hizo el amago de sonreír.

—Quiero ese trabajo.

Lo quería, y eran ellos quienes se lo ofrecían.

—Bien, estupendo —él volvió a sentarse—. Soy Allen Halsey.

La mujer vio su mano extendida, sus ojos fijos en los del doctor.

Había decidido usar un diminutivo, y prescindir del apellido Mathesson de su padre, pues era una pista clara que les podía servir para localizarla. Ahora usaba el de su madre como un sincero homenaje hacia ella, y también como muestra de perdón.

—Puedes llamarme Lisbeth West.

Gracias por comentar.

6 Responses to “26. Su nombre.”

  1. Santi sardon 27 de mayo de 2020 at 20:53 Permalink

    Empieza el juego. Mamá West se descubre

    • J. Paulorena 27 de mayo de 2020 at 20:59 Permalink

      Veremos, porque el juego de verdad no ha empezado.

  2. Harkonen 28 de mayo de 2020 at 15:58 Permalink

    Coño «West» como el de (Reanimator…… ) ahora ya se quien es el hijo…… y no precisamente de «PUTIN»……… sospechoso ir a la facultada de medicina + West……. esto huele a Zombie y no lo he visto todavía…………..

    • J. Paulorena 28 de mayo de 2020 at 16:44 Permalink

      Ja ja ja. Ya hablamos de la presciencia en otra ocasión, Harkonen.

  3. Nimthor 30 de mayo de 2020 at 20:42 Permalink

    Siempre aguda y afilada

    • J. Paulorena 30 de mayo de 2020 at 22:34 Permalink

      Sí, lo pide el personaje. Ella es así aunque su autor…

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