II Jornadas «LITERATURA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS»

Ayer, 13 de noviembre, terminaron las II Jornadas de “literatura y nuevas tecnologías” en la Biblioteca Foral de Bizkaia con la presencia de reconocidos escritores, representantes de editoriales y diversas personalidades del mundo literario.

EC.O estuvo allí y hoy os ofrecemos unas pinceladas de lo que nos han contado los escritores que han intervenido.

Kirmen Uribe

Kirmen Uribe es uno de los autores en lengua vasca más leídos y nos habló de la influencia de las redes sociales en la forma de escribir. El estilo renovador de su primer libro “Bilbao-New York- Bilbao”, con cientos de narraciones breves interrelacionadas y contadas en primera persona le ha proporcionado numerosos premios de literatura y que haya sido traducido a 14 idiomas.

Opina que el escritor ha cambiado con las nuevas tecnologías y que la narrativa del siglo XXI no necesita de tantos elementos decorativos; todo lo que se cuente tendrá importancia. Aunque la crítica literaria clásica es muy reticente y parece que prefieren muchas páginas.

Kirmen Uribe

“Me encantaría crear una novela que tuviera hipervínculos, con fotos, videos, incluso enlaces con otras novelas. Sería muy interesante”.

Tiene web, como escaparate donde coloca sus textos, video-poemas… para que la gente pueda verlos. Esta es una de las muchas cosas que permiten las nuevas tecnologías, dice, subir un video-poema y que en un día lo vean 2000 personas. Es impresionante.

También tiene Facebook, no personal sino como escritor, y algunas de sus traducciones las ha conseguido gracias a ello.

Entre libro tradicional o libro electrónico, confiesa que prefiere: “Para el placer, el papel”.

Mikel Alvira

Nos habló de la importancia de las nuevas tecnologías para posicionarse en internet. Lo mejor de las redes sociales es el feed-back que recibe por parte de sus lectores. Frente a los detractores de escribir en las redes, aclara: “Si mis libros son literatura, lo que yo escribo en Facebook también”.

Reconoce que siempre se ha implicado en la promoción y divulgación tanto de la marca personal como de sus títulos. Su experiencia le dice que una presentación se puede ver como una trampa para vender libros, lo que hace que vaya cada vez menos gente, y que hoy, si consigues que asistan 15 personas, es un éxito. El lector ha cambiado con las nuevas tecnologías, quiere algo diferente y por eso hay que buscar la forma de ofrecérselo. Cuando organiza un acto, lo prepara a conciencia, con un espectáculo, con sorpresas, sorteos… y la expectación que se genera en las redes es impresionante. Entonces acude mucha más gente. ”Puede que no se vendan más libros pero se crean sinergias, y más importante que la venta es aportar valor a la marca. La marca debe ser honesta, coherente. No estamos aquí para un libro”.

Continúa diciendo que los distribuidores no se están poniendo las pilas porque no entran en este paradigma y siguen distribuyendo como hace 15 años.

“Escribo para divertirme… Si hacer un booktrailer, una presentación, monólogos o cualquier otro sarao fuera un sufrimiento para mí, seguramente no lo haría”.

Mikel Alvira, Gonzalo Garrido y Pablo Mazo (Editorial Salto de Pagina)

Gonzalo Garrido

Nos contó lo que para él, como escritor, han supuesto las redes sociales. Su opinión respecto a lo que nos depara el futuro editorial es que vamos hacia un modelo donde los clubes de autores y de lectores tendrán mucho peso a la hora de editar literatura. Los libros no se venden solos cuando no eres un autor reconocido, se venden de uno en uno. Los pequeños podemos crear nuestro propio club social donde cuenta no solo la obra sino la persona. Esto antes no se podía hacer, y ahora las redes nos permiten tener 1000 o 2000 lectores fieles a una editorial. Llegará un día en el que los lectores pagarán para que sus escritores escriban. Hoy ya se da esto, apunta, los seguidores adelantan un dinero y luego reciben un libro, o una invitación a comer con el autor…

Nos informa que la media de ventas son 500 ejemplares vendidos, y que aquí se considera un éxito si son más de 1000.

Conoció a su editor a través de Twitter y tuvo suerte, comenta, porque hay gente que escribe muy bien y no tienen salida. «Escribir en las redes nos permite llegar a otros lectores diferentes, pero estar en las redes es una labor muy exigente».

Alejandro Fernández Aldasoro

Alejandro Fernández Aldasoro defiende que las redes van a provocar un cambio nefasto en la literatura. Argumentando su discurso en clave de humor, reconoce que “está fenomenal que la gente tenga 5000 libros en su ipad, y que se los vayan a leer en cuanto escuchen las 35000 canciones que tienen en el iphone”. Piensa que las cosas pierden valor cuando están ahí tan accesibles.

No se trata de discutir si libro tradicional o libro electrónico, hablamos de un cambio de conciencia. Confiesa que ya no puede leer textos largos como “Anna Karenina” y cree que es por culpa de internet. Se pierde capacidad de concentración, de aprendizaje, no solo en la gente de 15 años sino en todos los usuarios. “Nos dedicamos a pastorear, internet es la tecnología del olvido: hoy te leo y mañana no me acuerdo”.

Está de acuerdo en que internet tiene sus cosas buenas: “Yo he podido ver series antiguas con mi hijo, Mazinger Z por ejemplo. Y la Ertzaintza puede rescatar a la peña que se pierde en el monte. Pero creo que hay que preguntarse por qué ahora la gente se pierde tanto”. A pesar de las risas del público asistente, le preocupan datos como que en Japón en 2007 las tres novelas más leídas fueron escritas con el móvil.

“Yo no llego a las 1000 ventas y mi editor me dice que es normal. Luego pongo un comentario en las redes sobre los sucesos tras el partido del Athletic-Real Sociedad y lo leen 13000 personas”. No lo entiende.

“Sufro mucho al escribir. Para mí es como un parto”. Comenta que la literatura está perdiendo interés ante esta nueva raza de descerebrados consumidores de datos en la que nos estamos convirtiendo todos. Dice que gente no tiene la necesidad de leer y hacerlo les supone un esfuerzo que no les compensa. De qué sirven los ojos si el cerebro está ciego, cita.

Iván Repila y Alejandro Fernández Aldasoro

Iván Repila

Su postura es la contraria: «No nos estamos estupidizando, no es el apocalipsis. En realidad, viene un tiempo mejor, vamos hacia un modelo mejor de literatura».

Si podemos superar el ruido que generan las nuevas tecnologías y no perdemos nuestro juicio personal, podremos centrarnos en lo que merece la pena, que son las personas. Cada vez somos mejores, a nivel cultural la gente está más formada, los libros son mejores, desde el diseño, calidad del papel, ediciones ecológicas, hasta la rapidez con la que se consiguen las traducciones, correcciones, maquetación, impresión… la tecnología nos ofrece unas herramientas que nos permiten llevar a cabo el proceso en mucho menos tiempo.

«Que te lean 13.ooo personas es anecdótico, ya sabemos cómo es el fútbol». Ahora la comunicación es mucho más fluida. Las redes han hecho posible que no haya distancias, y se crean relaciones, sinergias, proyectos comunes entre personas que ni siquiera se conocen.

“Queremos seguir escribiendo, seguir leyendo y conectarnos a este arte que nos llena. Tú dices que ya no puedes leer Ana Karenina. Joder, esfuérzate”, dice a Alejandro.

Si no ha conseguido aborregarnos la televisión, cómo lo va a conseguir internet.

Comenta que en tres colegios están leyendo “El niño que robó el caballo de Atila”, que es uno de sus libros y que él mismo define como sesudo.

Hay gente que tiene blogs de crítica que son muy profesionales, que pretenden mejorar lo que se edita. Crean espacios de comunicación, de contacto autor-lector y lector-lector.

Le preguntan su opinión acerca del amor virtual: “Me gustan mucho las nuevas tecnologías, pero me gusta más la gente. Lo virtual sirve como comienzo, lo que importa es el amor real”.

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