Bandera multicolor

Haciendo EC.O del Orgullo

(por J. Paulorena)

Estamos en la semana del Orgullo. Lo has podido ver en las noticias. Mucha fiesta y también mucha reivindicación.

Quiero hablar de esto porque somos una asociación cultural, puede que nuestra labor sea literaria pero es importante la palabra cultural. Además, nuestro propio nombre es Ediciones Cívicas.O, y esto dice mucho de nuestra filosofía editorial.

Cuando creamos EC.O nuestra mayor apuesta fue por la diversidad literaria. Yo soy aficionado al género fantástico, que durante décadas ha sido denostado y maltratado, suponiéndolo como literatura menor. Hay veces que me han mirado raro, señalado como friki porque mis gustos no son como los de «la gente normal». Pero lo interesante es que no me importa, que me siento orgulloso por la atracción que siento ante la imagen de un orco armado con una espada oxidada, o un psíquico usando poderes antinaturales, o por descubrir qué problemas pueden derivar de la tecnología. Habría sido fácil centrarnos en el género fantástico y hablar de discriminación positiva, pero la palabra discriminación en general significa mierda. Si queremos que se nos trate en condiciones de igualdad debemos dar ejemplo no censurando por su género a las pers… libros. ¿Acaso la diversidad no es el motor de la vida? Diversidad cultural, diversidad genética… diversidad emocional.

Nuestra cultura está cambiando. Es verdad que hoy encontramos obras de ciencia ficción que se consideran obras maestras literarias, e igualmente está reconocido que las películas y los videojuegos de género fantástico producen miles de millones de beneficio.

Esta semana se ha podido apreciar que ocurre lo mismo con la sexualidad y la libertad de amar. Aceptamos que existe un amplio prisma de preferencias sexuales y eso no significa que sean unos “frikis”, sólo significa que son personas que se expresan, personas que luchan por el derecho de amar. Yo me siento feliz haciendo feliz a mi pareja, ¿quién soy yo para decir que tu manera de besar está equivocada? ¿Qué dice eso de mí? ¿Qué supone para mis hijos? Creo que si las personas pensáramos más en la felicidad de quien tenemos al lado, la especie humana dejaría de ser hostil.

Ya probé con Paciente 101 a crear un mundo perfecto donde las emociones están regladas como una enfermedad mental. Es un bonito mundo gris en el que los individuos son engranajes del colectivo social, no hay paro ni enfermedades, la gente vive cómoda y saciada, y la única obligación que tienen es la de no desviarse de las normas establecidas.

Una sociedad sin diversidad ni emoción está destinada al fracaso, se estanca y nos degrada como especie. Las personas somos lo que llevamos dentro de las entrañas, a veces es un monstruo aunque si te fijas en la gente que te rodea, descubrirás que son igual que tú y lo único que buscan es su porción de cariño y felicidad. El ideal de un mundo sin diversidad se llama extinción.

El tercer lobo es la primera obra que publicamos de temática LGTBI, y la verdad es que estamos orgullosos de esta obra, está teniendo muy buena acogida y ya hemos tenido que hacer varias tiradas. Y este mes tendremos que pedir a imprenta más ejemplares porque se nos escapan como arena entre los dedos.

Y confieso sin pudor que este éxito se debe a la tarea de difusión que realiza su autor, Francisco Javier Olivas, que se ha recorrido la Península de manera infatigable para dar a conocer su historia.

Fran es la caña y su compromiso con el libro es total. Es un autor ideal, tiene fe en su obra y está dispuesto a lanzarse a la carretera en cualquier momento para promocionarla.

El pasado fin de semana y este que viene, Fran va a estar en la caseta de la Librería Antinous, en Barcelona, firmando ejemplares, y nos contaba que en tres horas los había vendido todos. Incluso se topó con un hombre de Granada que ya lo había leído. Sorprendido (creo que a Fran se le pondría la sonrisa tonta, igual que a cualquiera de nosotros al hablar con alguien que se ha leído tu novela), le confesó que era el autor. El señor no se lo podía creer y prometió que bajaría el siguiente fin de semana con su ejemplar para que Fran se lo dedicara.

Hemos podido dar con él unos pocos pasos, éxitos y fracasos, y le hemos visto asumir ambos como trampas engañabobos. Su actitud es positiva y siempre se muestra animado. Él es capaz de obtener de cualquier cosa un aprendizaje con el que enriquecer su vida. Y lo mejor de todo, es que su actitud es contagiosa.

Muchos autores tenemos que aprender de su pasión y tenacidad, y que nos sirva como ejemplo.

Así que sólo me queda decir: gracias por dejarnos formar parte de El tercer lobo, Fran. Es un placer trabajar contigo.