«Elogio de la mala literatura», César Mallorquí

Por J. Paulorena

César Mallorquí es Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por su obra “La isla de Bowen”, además de contar en su haber un sinfín de premios como el Premio UPC, Alberto Magno, Aznar, Gigamesh, Edebé de Literatura Juvenil, Ignotus, White Raven y un largo etcétera.

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“Cuando hablamos de fomento de la lectura, solemos relacionarlo con la «gran literatura», con los mejores libros del canon, clásicos antiguos y modernos. Pero con frecuencia no es ese el camino más adecuado para iniciarse en el hábito de leer. No se aprende a andar escalando una montaña. A veces, para llegar a lo mejor hay que comenzar por lo malo”.

Este premio nacional, según sus propias palabras, lo ve como ganar el miss España, un título que obliga al premiado a viajar por todo el estado para presentar su obra, un sacrificio que, según mi opinión, cualquier escritor estaría dispuesto a sufrir.

césar3Antes de abandonar el país para embarcarse en la promoción por las Américas, ha venido a Vitoria para dar una conferencia con el título, sin duda llamativo: “Elogio de la mala literatura”. Esta exposición ha decidido realizarla por lectura, nos confiesa que ni es de su agrado ni suele hacerlo así, pero dada la provocativa temática prefiere verbalizar sus ideas por medio escrito para que no exista posibilidad de que se malinterpreten sus palabras.

Lo primero a destacar y algo que me resulta imprescindible en un escritor, es que lee muy bien en voz alta y lo hace con énfasis y sin trabarse, tomando pausas para intercalar ideas o mostrar libros que ha traído consigo. Su ponencia resulta tan interesante y amena como inteligente.

Mallorquí expone que la mala literatura, censurable y que no debería ser publicada, es aquella que esconde pornografía o ideas políticas radicales. Eso no es literatura y no debería haber cabida en las letras para aquellas ideas que resultan en contra de la ética. El resto de literatura puede variar en su calidad, pero no es mala.

Un amigo profesor de instituto le confesó en una ocasión:

—César, cada vez que obligo a mis chavales a leer un clásico, pierdo a diez lectores.

Los adultos no debemos juzgar los libros que leen nuestros hijos, aunque a nosotros nos parezcan una mierda. Los niños necesitan libros de lenguaje claro y lo que más les importa es la historia que cuentan. Tenemos que ser conscientes que están leyendo, están aprendiendo a disfrutar de los libros y que, con el paso de las hojas, descubrirán nuevos autores de calidad y sus gustos se irán refinando.

Hay que darles tiempo y nunca censurarles los títulos de su agrado. Debemos apoyarles y, si acaso, ir descubriéndoles nuevas obras según su edad y temática preferida.

Leer es una herramienta útil para la inteligencia, desarrolla la capacidad de comprensión y el pensamiento crítico. La mala literatura, o mejor dicho la literatura de escasa calidad, cumple la función de introducir a nuevos lectores. Y reconozcámoslo, es como la comida, a todos nos gusta comer bien pero hay veces que te apetece comerte una hamburguesa aunque luego te dé una patada en el estómago.

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Terminada la ponencia y firma de libros, la TerBi (Asociación Vasca de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror) nos vamos a cenar con César a un restaurante italiano. Conversamos con el autor de tú a tú y resulta un hombre cercano y de ideas claras. Pasamos una velada agradable y le acompañamos a su hotel pues, a la mañana siguiente, debe partir en su peregrinaje literario.

Os animamos a leer alguna de las obras de César Mallorquí, títulos que son ya clásicos en nuestra lengua. Pero sobre todo a seguir leyendo, sin importar la calidad, y a disfrutar de la literatura.

Buenos días y buenas letras.