El martes 30 se presentó El cuento de Dione en la Biblioteca de Irala, también llamada el Caserío. David Calleja, autor de Tiempo de Duendes, tenía especial interés en hacer esta presentación aquí, pues este lugar le traía recuerdos a su memoria.

La memoria es una cosa curiosa, quizás sea la base del yo y la conciencia del ser, quizás sólo sea un frágil cristal que puede ahumarse o resquebrajarse al mínimo golpe. Una persona es por la memoria de su vida, cada momento pasado dicta nuestro ser en el presente pero, ¿qué ocurre cuando una persona queda en animación suspendida durante décadas?

Somos gracias a nuestra memoria, pero la vida tiene tendencia a reírse de nosotros, de nuestro ego y de nuestra ínfima existencia. La vida sigue y le importa una mierda nuestra perspectiva. Una persona que pasa décadas en éxtasis sigue siendo ella, pero todo ha cambiado, la vida no le ha esperado y está preparada y cogiendo carrerilla para soltarle un bofetón de realidad.

El cuento de Dione trata de la inmortalidad, de su búsqueda física y metafísica y el conflicto resultante. Trata de héroes anónimos y villanos egoístas, del miedo de todo ser humano al cambio y a la mortalidad. Pero como telón de fondo e hilo conductor de la historia están los viajes sublumínicos a bordo de la nave mercante Astrid. El traslado por la galaxia tiene años de duración y el pasaje del navío estelar debe permanecer en hibernación. Y este es un punto muy interesante en El cuento de Dione y que David ha sabido plasmar con soltura.

Es fácil ver a través de los ojos de Dione, su memoria del pasado, quién es ella frente al extraño y cambiante presente. El Universo muta y esto se cobra su precio cada vez que viajan.

La presentación estuvo muy bien y David supo desenvolverse cuando le hice varias preguntas comprometidas. Esti, corrector literario de David y madre de sus hijos, aportó su punto de vista y pudimos tener una idea más global de su método de trabajo. La gente estaba animada y también participó en la presentación, que terminó siendo una gran conversación literaria con David como moderador.

Gracias a la Biblioteca de Irala y en especial a Rosa por habilitarnos el espacio para celebrar este encuentro y a los que compartisteis vuestro tiempo con nosotros.